Cinco claves para integrar la Comunicación Responsable en las estrategias de Diversidad, Equidad e Inclusión
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25 febrero, 2025
La Diversidad, la Equidad y la Inclusión (DEI) han adquirido un papel central tanto en la cultura corporativa como en la percepción social de las organizaciones. Más allá del cumplimiento normativo o los marcos éticos, saber comunicar los avances y compromisos en esta materia es hoy un factor diferencial en términos de reputación, fidelización y conexión con los diferentes públicos de interés.
Una adecuada Comunicación Responsable en torno a la DEI permite reflejar los valores reales de una organización, conectar con las nuevas generaciones y construir entornos más igualitarios. Sin embargo, no hacerlo o hacerlo de forma deficiente puede acarrear una pérdida de confianza y eficacia en las acciones desarrolladas, especialmente en ámbitos como la publicidad, la selección de personal o las dinámicas internas.
1. Retención de talento e identidad de marca
La rotación de personal se ha convertido en uno de los grandes retos para las compañías. Los nuevos perfiles profesionales valoran no solo las condiciones contractuales, sino también los entornos inclusivos y el propósito social.
La Comunicación Responsable en estos casos no solo transmite los valores de la empresa, sino que refuerza el sentimiento de pertenencia y cohesión de la plantilla.
2. Comunicación que cuida la salud mental
La salud mental es una de las grandes reivindicaciones de las generaciones más jóvenes, y comunicar con sensibilidad en este campo resulta imprescindible. Las organizaciones deben trasladar su compromiso con el bienestar emocional a través de campañas y mensajes que eviten la estigmatización, integren voces diversas y aborden esta cuestión de forma transversal.
3. Narrativas contra el agotamiento laboral
El burnout o agotamiento profesional está cada vez más presente en los discursos laborales. Comunicar de forma transparente las medidas implantadas para combatirlo, como la flexibilidad, el respeto a los tiempos de descanso o la racionalización de tareas, es esencial para generar confianza y reforzar la imagen corporativa.
4. Más diversidad en el marketing
El marketing corporativo empieza a mostrar avances en términos de representación social, pero aún persisten importantes desigualdades. La Comunicación Responsable exige visibilizar identidades, cuerpos, experiencias y realidades diversas, desde una óptica no estereotipada ni instrumentalizada. Las marcas que logran esta coherencia generan mayor impacto y reconocimiento social.
5. Lenguaje inclusivo: comunicar para incluir
El lenguaje no es solo una herramienta; es una declaración de principios. Las organizaciones que implementan políticas de comunicación inclusiva demuestran su compromiso con la equidad real. Esto implica formar a los equipos, revisar documentos y campañas, y construir mensajes que interpelen a todas las personas desde el respeto y la diversidad.
La mayoría de las compañías ya ofrecen algún tipo de formación interna en DEI, pero menos de la mitad evalúan su impacto real. El reto está en pasar de la sensibilización a la acción medible, y en hacer de la Comunicación Responsable una práctica transversal, desde el marketing a los canales internos, pasando por las relaciones institucionales y los contenidos digitales.
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